Enamorada del playboy by Cara Colter

Enamorada del playboy by Cara Colter

autor:Cara Colter [Colter, Cara]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2009-12-31T16:00:00+00:00


Capítulo 5

Diario secreto de Kyle O. Anderson

Creo que la señorita Maple y mi tío Ben han tenido una pelea.

Después de que la señorita Maple nos trajera galletas, limonada y leche, se marchó a la casa y no volvió a salir. Mi tío no se despidió cuando nos fuimos. Estuvo muy callado durante el viaje de regreso a casa, pero cuando le pregunté si pasaba algo, me dijo que no y que todo estaba bien y que si había disfrutado con el trabajo de hoy.

La verdad es que me gusta trabajar con mi tío. Me encanta la casa en el árbol de la señorita Maple. Jamás había pensado en el futuro. Nunca he dicho que sería bombero o policía, como hacen otros niños. Pero trabajar con mi tío me ha hecho ver que me gusta construir cosas. Y él dice que lo hago bien. Cuando le sugerí cambiar los escalones para que pudieran funcionar mejor, me dijo que era un genio. Y una cosa sobre mi tío: cuando dice algo así, lo dice en serio.

Si tuvo una pelea con la señorita Maple, me alegro de que no me lo haya contado. Mi mamá siempre me ha contado todo lo que pasaba en su vida, y si piensas que es bueno conocer todos los problemas de los mayores, te equivocas.

Yo no quería que la señorita Maple y mi tío se llevaran bien, pero ahora que no se llevan bien, me preocupa.

Cuando llegué a casa sonó el teléfono. Pensé que sería mi mamá cuando mi tío me lo pasó, porque era la única persona que se me podía ocurrir. Pero era Mary Kay Narsunchuk, que quería invitarme a un espectáculo llamado El premio de las constelaciones.

Al principio pensé que era una broma.

—¿Por qué me lo preguntas a mí? —pregunté.

—Porque eres la persona más inteligente que conozco —me dijo Mary.

Y me gustó que dijera eso, aunque no nos conocemos mucho. Y luego me dijo que le había gustado que protegiera de Casper al sapo, aunque a ella realmente no le gustan los sapos.

Me dijo que odia a Casper, lo que significa que tenemos algo en común.

Su mamá me recogió en casa de tío Ben y nos llevó al Planetario, y nos dejó allí con la promesa de que a la salida no nos moviéramos de la entrada, lo que a mí me sorprendió, ya que llevo viajando en transporte público desde los seis años. Pero igual dije «Sí, señora».

Al volver noté que Mary Kay mide por lo menos tres centímetros más que yo, y que tiene ropa bonita. Y tuve otra vez esa sensación de que no soy lo suficientemente bueno. Luego me dije que no se trataba una cita ni de nada de eso, y cuando ella me preguntó qué había hecho hoy, le hablé sobre el trabajo de la casa en el árbol en casa de la señorita Maple, a Mary le pareció alucinante.

Y luego pasó la cosa más rara del mundo cuando apagaron las luces: me agarró la mano. Nada más. Y entonces las estrellas parecieron caer sobre nosotros y yo me dije «todo esto es por Kermit».



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